sábado, 14 de marzo de 2015

Alcalá Participa - Movilidad

La tarde del viernes 23 de enero tuvo lugar el sexto encuentro ciudadano de "Alcalá Participa". Una iniciativa pensada para conocer en mayor profundidad la ciudad a partir de un análisis diagnóstico mediante el cual evaluar el estado en el que se encuentra la gestión pública e institucional del municipio de Alcalá de Henares. En dicha sesión llamada "Ciudad y Territorio" se desarrollaron las temáticas de Urbanismo, Medio Ambiente, Feminismo, Movilidad, e Infraestructuras.

Serafín Larriba fue el encargado de presentar la sección de movilidad. Un testimonio vivo de las reivindicaciones ciudadanas en el espacio urbano, en diversos ámbitos como el fomento del uso de la bicicleta.
  
El comienzo de la intervención giró en torno a la forma en la que se ha estado pensando la ordenación de los desplazamientos urbanos desde las competencias locales, evidenciándose que las políticas públicas en esta materia han sido esencialmente pensadas y adaptadas para facilitar los desplazamientos en automóvil. De hecho, no hace mucho tiempo, como señaló Larriba, la Concejalía llevaba por nombre el de “Urbanismo y Tráfico”. Pese a todo, se ha tratado de dar un paso más al incluir el término de “Movilidad”. Este detalle no denota sino que lo importante para las instituciones se ha estado fundamentalmente basando en la regulación del tráfico rodado en la ciudad, habiendo quedado otros aspectos, como el transporte a pie, en bicicleta, en transporte público, de movilidad reducida u otros valores como la ética ambiental, en un segundo plano, si bien se ha amagado con algún que otro gesto de carácter cortoplacista o directamente insatisfactorio.

Resulta poco menos que sorprendente que un centro histórico Patrimonio de la Humanidad como es el de Alcalá de Henares no disponga todavía de una peatonalización como es debida de buena parte del Distrito I. La evidente congestión y progresivo colapso del centro de Alcalá a manos de automóviles privados y algunos buses urbanos –con sus derivados efectos medioambientales, acústicos, de salud pública, etc.-,  hace plantearse la posibilidad de que el coche quede desplazado del centro histórico de la ciudad, lo que a su vez permita una mayor pacificación del espacio público y disminución de la presión del tráfico en beneficio del peatón y ciclista. Sin embargo, tal y como afirmó el ponente, “gracias a unos pocos y un puñado de votos, la peatonalización del centro quedó paralizada, la inversión que hubo para regular y limitar el acceso de vehículos al tráfico quedó en vacío”. Como ocurre con gran parte del resto de decisiones que se toman desde el consistorio complutense, ni tan siquiera se ha mantenido debate previo alguno con la ciudadanía de cara a la flexibilización y regulación del mismo, así como de cualquier otro tipo de políticas de movilidad. Es necesario, como afirma Serafín, “extender la participación a toda la ciudad y no solo a unos pocos agentes (…) lograr una movilidad más agradable que nos afecta a todos (…) ese es uno de los grandes retos y carencias de esta ciudad en términos de movilidad”.

En cuanto al transporte público, se constata la necesidad de reordenación de las líneas de autobús. Además de otras problemáticas que tienen que ver con las barreras de estrangulamiento de la ciudad (A2, R2 y vía férrea), que ponen en evidencia la funcionalidad de los autobuses. Hasta recientemente, como indica Serafín, casi la totalidad de los mismos paraba en la Plaza de Cervantes, circunstancia que provoca una “disfunción horaria”, haciéndola “incómoda” e “impracticable”. Se hace necesario, por lo tanto, hacer hincapié en cómo queremos y cómo potenciamos el uso del transporte público y su accesibilidad. En este apartado, respecto al transporte intermodal, cabe destacar que existe poca coherencia entre: los buses urbanos y frecuencias con el tren y tampoco entre transporte interurbano de vehículos. Por si fuera poco, apenas existe intermodalidad con la bicicleta, pues la accesibilidad a espacios para estacionarla y viajar con ella en el tren brilla por su ausencia.

Por su parte, el peatón tiene un tratamiento muy residual a pesar de equivaler al 44% de los desplazamientos urbanos. Fundamentalmente, la convivencia con el peatón está orientada a partir las siguientes necesidades: barreras arquitectónicas, accesibilidad en la acera para todas las personas, diseñar una serie de calles peatonales que nos lleven de un punto a otro de la ciudad, y facilitar la oportunidad de convivir en las calles peatonales y con la bicicleta.

Queda fuera de toda duda que, de haberse apostado por ella, esta última podría considerarse como uno de los medios de transporte de referencia. Los desplazamientos en bicicleta garantizan una mejora en diversos aspectos, como la calidad de vida, del aire, de convivencia, permitiendo alcanzar un mayor principio y sentido de la autonomía. Por sus numerosas ventajas, la bicicleta se presenta como uno de los inventos del pasado que puede dar soluciones de futuro a muchos de los problemas que aquejan nuestras ciudades en diferentes ámbitos como el de la movilidad o la ética ambiental. Para ello, las instituciones no solo deben apostar por la creación de una infraestructura adecuada, sino también potenciar su uso y sensibilizar a la gente a través de programas de educación y formación vial en centros de enseñanza y también a través de los agentes urbanos.

Uno de los retos de Alcalá en este sentido es, como considera Serafín, “explicar y fomentar con toda la ciudadanía la importancia de la movilidad en bici en esta ciudad (…) qué nos presta, y qué lograríamos con ella. Existe un problema muy serio, nadie ha querido actuar desde el marco de las corporaciones”.

Se antoja necesario un replanteamiento global  de todos y cada uno de los agentes que forman parte de la movilidad en el territorio; requiere según Serafín "un repensar sobre cómo queremos nuestra ciudad y en qué forma nos la planteamos (...) para lo cual debemos de cambiar los hábitos y las prácticas de la movilidad".

El modelo seguido hasta ahora está conduciendo a una mayor inestabilidad sobre la que cada vez se evidencian más contradicciones. Es un modelo que no está enfocado en base a criterios que persigan una mayor sostenibilidad ambiental, viabilidad económica, y aceptación social. Todo cambio comienza con la voluntad política de revertir transversalmente estos tres últimos aspectos. 




1 comentario:

  1. Desde la Agrupación de Electores Ecologia Social ECO;S-Partido Verde de Alcalá de Henares no le voy a poner pleito político a las acertadas palabras del experto don Serafin Larribas, pero si quiero hacer un llamamiento a la coherencia política para centrar el debate en torno a la Iniciativa Ciudadana promovida por FCAVAH y apoyada por nosotros, para la celebración de una Consulta Ciudadana Vinculante como colofón de un debate en profundidad sobre la ubicación del Intercambiador de Transportes y/ó la Estación Intermodal de Autobuses en la Estacion Central de RENFE.ADIF como una renovada apuesta por el soterramiento de las vias de pasajeros y/ó la circunvalacion ferroviaria de las visa de mercancias del ferrocarril que atraviesa Alcalá de Henares..
    Juan Antonio Camargo, ingenieiro tecnico civil y jefe de los servicios de medio ambiente del Ayuntamiento de Alcalá de Henares

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