Cuatro años han transcurrido desde
que comenzaron a gestarse las políticas municipales por parte
de la comisión de seguimiento del Plan Director Ciclista. Dicha partida presupuestaria venía pregonada
desde la campaña electoral del año 2007, en donde todos los grupos
políticos complutenses veían que la creación de una red ciclista
podía convertirse en uno de los emblemas para una ciudad moderna y
saludable.
Como ya se señaló en las jornadas
de debate sobre movilidad durante el pasado verano, no existe
dinero ni consenso para el mantenimiento o mejora de la red de
carriles bici y aparcabicis, tampoco goza de mejor salud el
sistema público de alquiler de bicicletas.
Sin embargo, la opacidades en el desarrollo de estas tres iniciativas
para el Plan de Movilidad Urbana Sostenible -PMUS- no fueron las únicas.
A ellas se sumó el proyecto de integrar un pequeño grupo de agentes
en bicicleta dentro del cuerpo policial local, facilitándoles la
dotación material necesaria (bicicletas, cascos, luces, repuestos,
mantenimiento, etc.).
La puesta en práctica fue frustrada sin que buena parte de estos recursos llegaran al servicio del ciudadano más allá de las fechas iniciales.
Suponiendo que el uso de la bicicleta por parte del cuerpo policial hubiera supuesto un ahorro energético considerable y un ejemplo de desplazamiento sin emisiones contaminantes a la atmósfera, al dejar de utilizar cierto número de coches y motos policiales, así como una clara mejora y acercamiento de su imagen de cara al público; la negativa a este proyecto tan interesante resultó de todo punto inexplicable, ya que se desaprovechó la oportunidad de vitalizar un proyecto cuya única intención era mejorar la calidad de vida diaria de los ciudadanos.
La puesta en práctica fue frustrada sin que buena parte de estos recursos llegaran al servicio del ciudadano más allá de las fechas iniciales.
Suponiendo que el uso de la bicicleta por parte del cuerpo policial hubiera supuesto un ahorro energético considerable y un ejemplo de desplazamiento sin emisiones contaminantes a la atmósfera, al dejar de utilizar cierto número de coches y motos policiales, así como una clara mejora y acercamiento de su imagen de cara al público; la negativa a este proyecto tan interesante resultó de todo punto inexplicable, ya que se desaprovechó la oportunidad de vitalizar un proyecto cuya única intención era mejorar la calidad de vida diaria de los ciudadanos.
Resulta sorprendente que esta
inversión fuera realizada en balde, teniendo en cuenta que los
recursos dedicados a la promoción e incentivación del uso de la
bicicleta en la ciudad complutense procedieron en exclusiva del Plan
Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo -Plan E-, que
ha gozado de una inadecuada e insuficiente inversión a escala local.
De ahí que una gestión eficiente de estos recursos debería haber sido una prioridad, al igual que el intercambio de información y la búsqueda de consenso con los colectivos ciudadanos, más aún si tenemos en cuenta que la deuda municipal por cada vecino se ha multiplicado durante los últimos años.
De ahí que una gestión eficiente de estos recursos debería haber sido una prioridad, al igual que el intercambio de información y la búsqueda de consenso con los colectivos ciudadanos, más aún si tenemos en cuenta que la deuda municipal por cada vecino se ha multiplicado durante los últimos años.
A partir del año 2013 el cuerpo de
Protección Civil ha incorporado alguna de estas bicicletas, que
sirven para que una pareja de voluntarios las utilicen como medio de
transporte diario. Este hecho, aunque aplaudible, ha derivado en un uso alejado de los propósitos iniciales.
El Plan Nacional de Mejora de Calidad del Aire que se inicia en este 2014 (ver el Plan de Mejora de la Calidad del Aire de la Comunidad de Madrid para el Corredor del Henares) exigirá a las ciudades mayores de 100.000 habitantes a aprobar sus propios planes y programas de calidad del aire. En consecuencia, se antoja necesaria alguna medida que tenga una estrecha relación con la bicicleta, más si se tiene en cuenta la reciente
adhesión de Alcalá de Henares a la Red
de Ciudades por la Bicicleta, entre cuyos objetivos cabe
destacar los siguientes:
Defender el potencial de la
bicicleta como vehículo silencioso, limpio, asequible y sostenible
ante la opinión pública.
Promocionar el uso de la bicicleta
como herramienta de movilidad alternativa al coche y a la moto en los
desplazamientos cortos.Intensificar la promoción de la bicicleta y desplegar su potencial.
Después de acometer una inversión completamente dependiente de la financiación exterior, la falta de
resultados del Plan de Movilidad Urbana Sostenible significa no haber
respondido a las auténticas necesidades del conjunto creciente de
usuarios de la bicicleta en la ciudad, además de haber sembrado numerosas dudas respecto al estado de abandono en que estas iniciativas se encuentran, justificadas bajo el pretexto de la falta de liquidez municipal.